Un policía afirma que Francia abortó los arrestos del ‘caso Faisán’

El policía Carlos G. aseguró ayer ante el juez Baltasar Garzón que las detenciones que se iban a practicar el 4 de mayo del 2006 en el bar Faisán en Irún (Guipúzcoa) se abortaron al no contar con el visto bueno de Francia que participaba en la operación policial. Con esta versión se desmonta que este operativo se frustrara por un chivatazo al dueño del local, el presunto etarra Joseba Elosúa.
Carlos G. era el responsable del dispositivo que se iba a encargar de llevar a cabo los arrestos. En su declaración judicial, explicó al magistrado que Francia condicionó las detenciones a que el supuesto enlace de ETA con la red de extorsión que controlaba Elosúa, José Antonio Cau, cruzara la frontera. Sin embargo, este no entró en España y Francia decidió suspender las capturas.
Otro de los testigos, un agente con el alias Unai, afirmó que el día del soplo no estuvo en el local el inspector de Vitoria que está imputado en estos hechos junto al jefe superior de policía del País Vasco y el exdirector de la policía, Víctor García Hidalgo. En las declaraciones acudió un abogado del PP, personado en la causa.

TRAICIÓN EN EL TRIBUNAL / Las declaraciones de los agentes han sido ordenadas por la sala penal, cuya mayoría está molesta por la actuación de uno de sus miembros, Enrique López, candidato del PP al Constitucional, que añadió en el último minuto la apostilla de que el caso Faisán es lo más grave que ha ocurrido en la lucha contra ETA. Los otros dos jueces que integran el tribunal sostienen que no se les informó de este añadido y que lo descubrieron al día siguiente cuando leyeron la prensa, según fuentes jurídicas.
Ayer quedó claro que esta inclusión no fue casual. La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Saénz de Santamaría, y los diputados populares Ignacio Cosidó e Ignacio Gil Lázaro citaron esta resolución judicial en la sesión de control al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para justificar que le preguntaran otra vez, y ya van 15, por este caso.
Gil Lázaro interpeló al ministro si él o el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, era la X del caso Faisán en referencia a la X del caso GAL. El ministro recriminó a Gil su «tono cada vez más agresivo y bronco».