Luis Rivas. Madrid
ETA no ha empuñado la guadaña durante el último año. Tampoco se esperaba, ya que hoy se cumplen 365 días del “cese de actividades armadas” proclamado por la banda terrorista. O sí, porque, según Daniel Portero, presidente de la asociación Dignidad y Justicia, “ETA siempre miente”. “Y siempre ha mentido, y nadie la cree... Bueno, casi nadie, sólo el Gobierno”, agrega. Portero –hijo del fiscal jefe de Andalucía Luis Portero, asesinado en el año 2000– considera: “Evidentemente, el último año ha sido mejor que 2006 y 2007 en la lucha contra el terrorismo”. No ha habido muertos y las víctimas, con la empatía del doliente, lo celebran. Sin embargo, hay aristas en la tregua. Una de ellas reside en “el poder político y económico que se le ha dado a ETA a través de Bildu”, recuerda Ángeles Pedraza, presidenta de la AVT. “El error máximo del Gobierno”, puntualiza Portero. Otra, en la necesidad de que haya “vencedores y vencidos, de que no haya un final a cambio de nada”, explica Pedraza, del imperativo de trascender, de que “los libros de historia recojan cómo fue esto de verdad y no nos traten a todos por igual”, reclama la presidenta de la AVT.
Pese a la inmaculada cifra de muertos, Pedraza cree que “este año ha sido el más nefasto y dramático judicialmente” en la historia de la lucha antiterrorista. La escalada de la coalición Bildu a las instituciones del País Vasco y Navarra, refrendada por el Tribunal Constitucional, articula su discurso. “ETA ha sacado en un año más rentabilidad a la sangre derramada que en los últimos 50”, indica Francisco José Alcaraz, presidente de Voces contra el Terrorismo. “Se les ha dado el caramelo de Bildu antes de que dieran el paso adelante y ahora ya no lo van a dar”, aventura Portero. La situación, a falta de “un comunicado” que, “de producirse, será para favorecer al Gobierno”, valora Pedraza, refleja “un retroceso de 30 años” en la persecución a la banda.
Amigos y asesinos
Los integrantes de Bildu, prosigue la presidenta de la AVT, “están de acuerdo con los asesinos, son sus amigos” y, recuerda, aún no han condenado a ETA. “Están eufóricos y sorprendidos de lo fácil que se lo están poniendo”, recalca. ¿Apelados? El lehendakari Patxi López, el consejero del Interior vasco, Rodolfo Ares, o el ministro del Interior, Antonio Camacho, a quienes impele Pedraza: “Están viendo cómo humillan a las víctimas y las ningunean. Bildu se ríe de ellas. No hay que darles tantas oportunidades, hay causas muy justificadas para pedir su ilegalización”.
La encrucijada, entre tanto, sangra en el País Vasco. “Se ha logrado una normalización, que se produzcan homenajes y enaltecimiento de los terroristas con total impunidad”, manifiesta Alcaraz.Maite Pagazaurtundua, presidenta de la fundación Víctimas del Terrorismo, revela asimismo en un artículo: “La humillación pública de los concejales socialistas y populares escoltados y vejados moralmente a la puerta de los ayuntamientos por quienes jamás condenaron el asesinato de sus compañeros. Los humillan públicamente, estigmatizándolos ante el resto de ciudadanos, ejemplarizando el dominio que se espera sobre todos los demás y el modelo de la ideología que quieren implantar, a las buenas y a las malas”.
No obstante, los “privilegios, las alas y la información” otorgados a los proetarras y denunciados porChema Morales, presidente de la Asociación Murciana de Víctimas del Terrorismo (Amuvite), las especulaciones sobre el fin de ETA rutilan al horizonte. “Ojalá termine, pero no regalando todo, no tapando la memoria de los muertos y heridos. No vale todo, no valen los 4 millones que se les dieron para que dejaran de cobrar el impuesto revolucionario. A nosotros nos quitan la subvención y para Bildu, lo que haga falta”, añade. “No se puede buscar un final a cambio de nada, no se deben hacer gestiones con asesinos, olvidando a mil muertos”, replica Pedraza.
Presión social
Mientras ellos gritan, tentaciones en forma de concesiones se instalan en la sociedad. “Lo veo y escucho en círculos cercanos y familiares”, reconoce Portero. “Nos piden generosidad. Y yo creo que ya hemos cumplido al no tomarnos la justicia por nuestra mano, cuando los asesinos no cumplen ni 30 años de cárcel. No es una cuestión de generosidad, sino de respeto a la ley”, concluye. “Pedimos a la ciudadanía que no se deje engañar, que el perdón sólo puede darlo la víctima. Y en ese caso, como en el atentado contra el papa Juan Pablo II, aunque haya perdón, se tiene que cumplir la condena”, señala Pedraza. “No es sólo la larga letanía de los asesinatos ni de la tortura moral por el acoso, presenciado sin ser visto a causa de la insensibilidad de tantos ciudadanos que siempre han dormido con la conciencia tranquila”, rubrica Pagazaurtundua.
La unión es máxima, por último, en lo referente a que “tiene que haber vencedores y vencidos” y en su realismo como de susurro de conciencia. Morales, a quien “pone muy triste la zanahoria que nos están poniendo con la Ley Integral de Víctimas y que no se aprueba”, salmodia que “tras el año más doloroso para las víctimas, la que ha vencido es ETA”; mientras que para Alcaraz “con su triunfo, legitimarían 50 años de terror”.